«Soy una mujer casada infiel»… lee cuatro testimonios reales

Marta, Carmen, Laura e Inma tienen todas algo en común: han sido infieles a sus maridos. Hay muchas razones por la que una mujer casada se vuelve una mujer casada infiel. Lee aquí el por qué.

Marta, 35 años: Ya no me siento deseada en casa

Ya sé que es muy fácil echar la culpa al otro, y quizá he dejado que nuestro matrimonio se vaya a la deriva, pero tengo la impresión de que mi marido solamente se acuerda de mí a la hora de comer y de cenar. Ah sí, y cuando le hace falta ropa limpia.

Soy una mujer casada infiel. Y lo llevo con la máxima discreción. No quiero que se enteren mis amigas, o las vecinas, o peor aún: mi familia. Quiero mucho a mis hijos, pero con mi marido ya no existe pasión. Desde que conozco a Pedro, ya nada es como antes… tenemos sexo estupendo, me hace disfrutar, y yo estoy mucho más contenta. Me había vuelto una cascarrabias, pero ahora llevo mucho mejor ser ama de casa y me dedico plenamente a mis hijos y mi casa. Incluso la relación con mi marido ha mejorado un poco… claro, ha visto un cambio en mí.

Carmen, 53: Soy una mujer casada infiel porque yo lo valgo

Tengo 53 años y ya era hora de pensar en mí. Mis dos hijos se han ido el mismo año de casa, y mi marido y yo nos vemos lo justo. ¿Soy una mujer casada infiel? No sé hasta qué punto se puede hablar de mujer casada infiel cuando los cónyuges ya no se prestan la menor atención. No recuerdo la última vez que me he acostado con mi marido, de verdad que no. Llevamos nuestras vidas en paralelo. El se pasa el día en el despacho, y luego, en vez de volver a casa, se va al club de tenis… o a donde sea, que yo no me creo que juega todos los días al tenis, que está gordo. En fin, en el foro de Casadas Infieles he conocido a un hombre majísimo, además más joven que yo. Me he vuelto a cuidar, salgo a comprarme ropa, me arreglo, y cuando puedo, quedo con mi amante. Creo que con todo el sexo incluso he perdido algunos kilos… ¡Sí, soy una mujer casada infiel y ¡estoy feliz!

Laura, 32 años: No soy mujer de un solo hombre

Mis amigas muchas veces me preguntan por qué. Que Fernando es guapo, gana una pasta, te quiere muchísimo, se ocupa de los niños… Sí, es verdad, pero yo necesito que me admiren, y no solo mi marido. Soy un poco creída, lo sé, pero necesito que otros hombres me cuenten lo guapa que soy… y me presten su atención, sobre todo en la cama. Los niños, la casa, el marido, eso no es para mí… soy una mujer casada infiel porque lo elijo así.

Inma, 27: Soy infiel por venganza

Yo soy una mujer casada infiel por pura venganza a mi marido. Tampoco es que repita todas las semanas, ni que tenga un amante… simplemente quedo de vez en cuando con algún que otro tío para que mi marido se fastidie y aprenda a quererme más. El año pasado me enteré de que me engañó… y no precisamente con compañeras de trabajo, sino con prostitutas, en unas despedidas de soltero. No sé si os podéis imaginar lo indignada que estaba. Una cosa es que conozca a otra mujer, sienta atracción por ella y tenga un desliz con ella… pero acostarse con una prostituta es lo último para mí. Pagar por sexo, y saber muy bien lo que haces.

Cuando mi marido se enteró de que le había engañado, se volvió loco, tiro objetos por el comedor, se puso a llorar… pero al cabo de unos días ya se daba cuenta de que quería luchar por mí, así que ahora me siento doblemente deseada: por mi marido, y por los hombres de mis encuentros esporádicos…